Coronavirus, agua potable y aguas residuales reutilizadas

22 abril 2020

 

El agua se ha convertido en una de las protagonistas de la alarma sanitaria que se vive en España y en el resto del mundo por la expansión del COVID-19, siendo un elemento fundamental para combatir el virus (lavarse las manos con agua y jabón, ducharse, limpiar y desinfectar nuestras casas…)

En esta realidad insólita que estamos viviendo, los servicios de suministro de agua y de saneamiento y depuración de aguas residuales son considerados servicios esenciales en nuestro país y el sector del agua al completo, tomando todas las medidas de seguridad pertienentes, está volcado en garantizar la máxima calidad de las aguas tratadas y de los servicios prestados. Y por tanto, a pesar del estado de alarma aprobado el pasado 15 de marzo por el Consejo de Ministros, de nuestros grifos ha seguido fluyendo agua potable de calidad y nuestras aguas residuales han seguido sus tratamientos habituales para minimizar el impacto medioambiental.

Y por supuesto, dentro de estos servicios también se ha seguido produciendo agua desalada de calidad, para abastecer muchas de nuestras regiones, en donde los recursos de agua convencionales no son suficientes. Al igual que se ha seguido produciendo agua reutilizada totalmente segura para distintos usos, tras los tratamientos secundario, terciario y desinfecciones correspondientes.

Es importante resaltar que el agua no está listada como una de las vías de transmisión del virus que recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y tampoco existen de momento evidencias científicas que muestren cuánto tiempo puede permanecer en el agua el SARS-CoV-2, que es como se llama este coronavirus.

Sin embargo, de lo que sí hay evidencias científicas es que tanto los tratamientos de potabilización como los tratamientos avanzados de depuración del agua que se llevan a cabo en nuestro país aseguran la correcta eliminación del SARS-CoV-2.

 

Agua potable desalada (y convencional) segura

La Organización Mundial de la Salud, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y el Ministerio de Sanidad de nuestro país no dudan en asegurar que el consumo de agua potable es totalmente seguro.

Los sistemas de tratamiento de agua potable tienen numerosas barreras para eliminar los virus más prevalentes y los más difíciles de eliminar, que aseguran la eliminación también del SARS-CoV-2, a través de las distintas etapas del proceso de tratamiento (ozonización, desinfección por luz ultravioleta, cloración…).

Conviene además aclarar que, tanto el agua para abastecimiento municipal que proviene de fuentes de agua convencionales, como la que proviene de la desalación de agua de mar o salobre, está sometida a tratamientos de potabilización antes de entrar en la red de abastecimiento, por lo que en este sentido todo el agua considerado potable en España, sin importar su origen, es igual de segura.

Por lo tanto, no puede existir ninguna duda de que el consumo de agua potable En España es completamente seguro y, por ello, desde AEDyR recomendamos encarecidamente, como habitualmente hacemos, el consumo del agua del grifo.

 

La reutilización de agua es también segura

Lo que sí se ha detectado es la presencia de material genético del SARS-CoV-2 en las aguas residuales. Se ha encontrado en las aguas residuales no tratadas, es decir, antes del tratamiento de depuración en las EDAR, aunque tras los tratamientos de depuración convencionales ya no se detecta la presencia del material genético de este virus.

Si nos centramos además en la reutilización de agua, conviene destacar que los tratamientos de este tipo de aguas son más avanzados que la depuración convencional, por lo que no tendría que existir ninguna preocupación por su calidad y seguridad.

En este sentido, convienen recordar que las aguas reutilizadas en España deben cumplir con los criterios de calidad establecidos en el Real Decreto 1620/2007, de 7 de diciembre. Esta normativa establece unos valores máximos de presencia de indicadores de microorganismos, entre los que se incluyen los virus, en función de los usos del agua, y que son muy exigentes para aguas que se vayan a reutilizar en usos para los que pueda existir algún riesgo de contagio.

En nuestro país, por lo tanto, todas las plantas que producen agua para reutilización cuentan como mínimo con un tratamiento secundario seguido de algún tipo de desinfección, y los tratamientos terciarios más avanzados también incluyen un tratamiento final de desinfección que garantiza la eliminación total del SARS-CoV-2, así como de otros virus.

Además hay que tener  en cuenta que distintas investigaciones indican que el SARS-CoV-2 es un virus mucho menos estable por su capa exterior lipídica que otros virus mucho más resistentes, y que sin embargo, son eliminados prácticamente en su totalidad en los tratamientos avanzados de depuración del agua.

Por lo tanto, desde AEDyR entendemos que el agua tratada para reutilización es totalmente segura y no hay motivos para suspender el uso de este recurso no convencional siempre y cuando se usen aguas tratadas adecuadamente.

En cualquier caso distintos estudios nacionales e internacionales están demostrando que el análisis de las aguas residuales urbanas son un indicador de la incidencia del coronavirus en la población, ya que permiten analizar las concentraciones del material genético del virus en heces y orina.

Algo que además puede ser de utilidad para hacer el seguimiento de la escala real del brote en los distintos municipios y en un futuro, en caso de que haya otro brote, podría incluso convertirse en un indicador para alertar de manera precoz de la presencia del virus en la población, y frenar o minimizar con ello la propagación del COVID-19.

 

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