El agua es uno de los recursos imprescindibles para infinidad de industrias y procesos industriales. Se utiliza tanto para la elaboración de productos, como para el mantenimiento de equipos y materiales, y de hecho, se estima que la demanda mundial de agua para la producción industrial aumente mucho más que en cualquier otro sector, hasta un 400% en 2050, principalmente en economías emergentes y países en desarrollo.
Es precisamente la gran diversidad de usos que tiene el agua en el sector industrial de lo que también dependen los diferentes tratamientos a los que debe verse sometida. La elección de los tratamientos además depende principalmente de la calidad del agua bruta a tratar, del grado de pureza y calidad del agua que se necesite para los distintas aplicaciones industriales, así como de la normativa existente.
¿Para qué se usa el agua en el ámbito industrial?
Aunque los usos del agua en el ámbito industrial son muy diversos, los principales se podrían clasificar en siete grupos:
- Transmisión de calor o refrigeración: Es el uso industrial que emplea mayor cantidad de agua, incluso algunas fuentes estiman que esta aplicación puede llegar a alcanzar hasta el 80% del agua industrial.
- Producción de vapor para calentar el producto que se desea fabricar.
- Materia prima: El agua puede ser incorporada al producto final, como en el caso de la producción de bebidas, o puede suministrar un medio adecuado a determinadas reacciones químicas.
- Disolvente en diferentes procesos productivos.
- Producción de energía: A todos nos vienen a la cabeza cuando hablamos del binomio agua y producción de energía, las centrales hidroeléctricas. Sin embargo, las plantas de producción de energía eléctrica que utilizan carbón, gas, petróleo, así como las plantas nucleares, necesitan también grandes cantidades de agua, ya que usan vapor de agua para hacer girar las turbinas que generan la electricidad.
- Sanitario: Se emplea en inodoros, duchas e instalaciones que garanticen la higiene personal.
- Labores de limpieza de las instalaciones.
El tratamiento con ósmosis inversa es garantía de agua de calidad
Con frecuencia las operaciones industriales requieren de un agua de gran calidad. Para obtener este tipo de agua uno de los tratamientos más utilizados actualmente es el proceso de membranas por ósmosis inversa, que es actualmente la técnica de desalación de agua más utilizada en nuestro país y a nivel global.
Hay que tener en cuenta que se trata de una tecnología muy flexible y versátil, en el sentido que, dependiendo de la calidad del agua requerida, se pueden utilizar diferentes etapas de filtrado, así como la combinación con otras tecnologías, con el objetivo de aumentar la eficacia del tratamiento y disminuir el volumen del agua de rechazo.
Una de las principales ventajas del uso de la ósmosis inversa en las industrias respecto a otros tratamientos es que su uso resulta sencillo y seguro, ya que no precisa el uso de reactivos químicos, reduciendoo además con ello la huella ambiental del tratamiento de las aguas de una empresa, dado que no produce descargas de efluentes químicos que necesitan posteriormente de tratamientos de depuración adicionales.
Solución eficaz para gran variedad de usos industriales
Además de para la desalación de agua, la ósmosis inversa es una solución eficaz para una gran variedad de usos en la industria, como por ejemplo:
- Obtener agua de alta pureza.
- Reducir o eliminar la acumulación de incrustaciones y minimizar la corrosión en calderas y otros equipos industriales.
- Purificar el agua para su uso en torres de refrigeración y otras instalaciones, evitando la transmisión de enfermedades, como puede ser la legionella.
- Recuperación y valorización de las sales minerales del agua o de los efluentes industriales.
- Prolongar la vida de equipos y maquinaria.
- Procesar las aguas residuales para su reutilización segura y eficiente.
- Cumplir con las normas de calidad de las aguas industriales.
- Cumplir con las normas medioambientales.